Cada vez oímos hablar acerca de los niveles de contaminación del aire que respiramos en las ciudades. Esta contaminación es consecuencia directa de las emisiones al aire de los gases y partículas derivadas de la actividad humana. Pero… ¿Qué sucede con la calidad del aire interior? Al igual que el aire exterior, el aire interior contiene una compleja y variable mezcla de contaminantes, pueden producirse en ambientes interiores tanto privados como públicos, como casas, oficinas, escuelas y sistemas de transporte.
Para mejorar la calidad del aire en lugares cerrados, hay que ventilar para expulsar el aire viciado y sustituirlo por otro más puro. Para eliminar las impurezas del aire y mantener su calidad en edificios y espacios cerrados, se utilizan sistemas de renovación de aire o de limpieza y desinfección del aire.
Un ejemplo de ello son los ionizadores que son equipos capaz de transformar el aire viciado en aire puro, mediante la generación de iones negativos que en cuestión de minutos, dispersan rápidamente para eliminar el polvo, los alérgenos, las esporas de moho, la caspa de mascotas y otros contaminantes en el aire.
Son fáciles de transportar y sirven para limpiar las partículas que contaminan el aire. Ya sea para trabajar, descansar o realizar nuestras tareas diarias, este es un dispositivo muy útil que ayuda de manera saludable a nuestro entorno.
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